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Las autoridades alemanas amplían la investigación sobre Wirecard con nuevos registros en sus sedes

La policía entra en la central de la firma de pagos electrónicos y en otras oficinas de Alemania y Austria tras extender la causa a otros dos miembros del consejo de administración.

Las autoridades alemanas han ordenado este miércoles un nuevo registro de la sede de Wirecard en Múnich (sur del país) en el marco de la investigación por fraude a la empresa quebrada. Además, se han realizado también registros en otras cuatro propiedades de la compañía de pagos electrónicos, situadas en Alemania y Austria, a la vez que la investigación se ha ampliado a otros dos miembros de su consejo de administración. Así, los nombres de Alexander von Knoop y Susanne Steidl se unen a la causa en la que ya estaban el antiguo consejero delegado de la firma Markus Braun y el director de operaciones Jan Marsalek, ha señalado una portavoz de la Fiscalía de Múnich.

La Fiscalía ha declinado dar más detalles sobre el progreso del caso que investiga un agujero contable en la compañía de 1.900 millones de euros. Después de que el auditor EY se negara a firmar el balance de cuentas de 2019 porque faltaba esa cantidad, Wirecard admitió que posiblemente los pagos correspondientes a la misma nunca habían existido, lo que motivó que tuviera que declararse en suspensión de pagos dejando créditos pendientes por más de 3.500 millones de euros.

Braun, de nacionalidad austriaca, se entregó voluntariamente a las autoridades alemanas unos días después de presentar su dimisión y fue puesto a disposición judicial a principios de la pasada semana. Tras prestar declaración, se le dejó en libertad bajo una fianza de cinco millones de euros. Del paradero de Marsalek, quien también había renunciado a su puesto, no ha trascendido nada por parte de sus abogados ni de la Fiscalía. Los dos nuevos miembros del consejo de administración que están siendo investigados, Von Knoop y Steidl, todavía trabajaban para Wirecard según informaciones recientes de la compañía.

Mientras, el nuevo administrador de la firma de pagos digitales, Michael Jaffe, busca una salida para la compañía quebrada. Según indicó el directivo a última hora de este martes, “un gran número de inversores de todo el mundo se han puesto en contacto” con él o su equipo y “están interesados en comprar tanto el negocio central como algunas unidades de negocio”. Esas declaraciones han motivado que las acciones de la compañía, que la semana pasada perdieron casi todo su valor, hayan experimentado un fuerte rebote, del 30%, en la apertura de sesión de hoy. Esa tendencia se ha revertido conforme ha avanzado la jornada y han trascendido los nuevos pasos de la investigación.